Creo sinceramente que la felicidad no es precoz, sino que es inmensa, que esta ahí, su revelación es cotidiana, solo que a veces no nos damos cuenta.
Cuanto más nos parecemos a nosotros mismos, mas se nos revela, cuanta más verdad vemos de nosotros mismos, más felicidad. La felicidad,esta ahí, solo hay que ir a por ella y moldearla, como un trozo de arcilla que se toma de la tierra para crear algo. Además es gratis.
Yo pude revelarla a través de la Danza, con mi danza, con la que llevo conmigo todos los días y a toda hora. Esa danza que me susurra a los oidos quien soy, que me cuenta mi verdad, que no se equivoca y que aliviana diariamente mi vida. Haberlo descubierto es de una libertad infinita.Hoy más que nunca quiero ser facilitadora para que otros la encuentren, desde mi a través de la danza, que es un lenguaje que me emparenta con lo femenino, lo ancestral, lo que me da impronta de ser Maria José Patiño Yancomay.
Pero creo que puede encontrarse en el solo hecho de pensarse vivo, cuando uno logra darse cuenta de la magnitud que posee con el solo hecho de que sus pulmones se llenen de aire, de sentir el latido de su propio corazón, de mirarse una mano, de sentir fluir la sangre, ahi está tambien.De poseer ojos para deleitarse con cualquier amanecer o atardecer, con la luna, la salida de la primera estrella, esta ahi, ahi no más, eso es verdad, y a veces no nos detenemos a mirar, solo eso.
En ese preciso momento tan personal, tan íntimo, hasta la muerte se vuelve temerosa.Porque la vida es infinita y generosa y además te da infinitas posibilidades de elegir como transitarla. La Maja Vestida a un amigo.
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